Titulo:
Psicofonías físicas (E Ritorno Da Te)
Autor:
Jesús de Hamasaki
Pareja:
JaeMin
Genero:
Slash, Drama
Extensión:
One-shot
Ahí estaba otra vez, llorando en la obscuridad de
la habitación... Recordando.
La puerta se abrió.
-¿Changminnie?- Preguntó el recién llegado.
-...-
-¿Estas bien?-
-¿Parece que lo estoy?-
-Lo siento, solo quería...-
-¿Querías que, Yunho?- Pregunto poniéndose a la
defensiva. -¿Querías como siempre tratar de salvar mi jodido estado
de animo? ¿O querías volver a decirme eso de “la vida es valiosa”
y esas estupideces?
-Changmin, no te pongas así... solo quiero
ayudarte-
-Puedes ayudarme largándote de mi habitación y
no molestarme mas, ¿que te parece?-
Yunho decidió volver
a insistir ignorando aquel hiriente comentario.
-...Te conseguí una
cita con un doctor que me recomendaron, es un psicólogo y es...-
No pudo terminar cuando el menor se levanto de la
cama violentamente y le dedico una mirada
llena de odio.
-¡¿Ahora me vas a tachar de loco?!- Grito
Changmin, alterado de por más.
Llevaba días sin dormir ni comer bien, eso se
podía notar en sus ojeras y en sus mareos constantes.
Cada víspera
del día dos de noviembre era lo mismo, pero esta vez había llegado
demasiado lejos.
-No, Minnie, yo no quise decir eso- Se excuso.
-Quiero que vuelvas a ser el tierno y dulce muchacho que eras y que
se que todavía sigues siendo-
-¡Todo eso se fue al carajo aquel día!- Grito
por ultimo. -...Todo murió aquel día- Dijo sintiendo como la voz le
comenzaba a fallar de nuevo. -Solo quiero irme con él, quiero estar
con él- Dijo casi como un susurro.
Yunho se acercó a él y lo envolvió en un
abrazo.
-No, Changmin- Dijo. -Todavía te necesitamos
aquí-
El menor no dijo nada, solo se dejo guiar por
Yunho hacia su cama, donde le cobijo con sumo cuidado.
Una larga pausa de silencio hasta que el mayor
volvió a hablar.
-Escucha, tengo que salir esta noche, no creo
regresar temprano-
-Esta bien- Se limito a decir.
En cierto modo, Changmin estaba acostumbrado a
estar o que lo dejaran solo.
-¿Necesitas algo antes de que me vaya?-
-No, estoy bien, gracias- Dijo y ni el supo si lo
que dijo fue una respuesta sincera.
Y unos cuantos minutos después, Yunho salió de
la casa. Cuando Changmin escucho el cerrar de la puerta calló
profundamente dormido.
Soñaba...
Soñaba con aquellos bellos e irreemplazables
momentos que pasó junto con él, el como le abrazaba y acariciaba,
como toda palabra que de su perfecta boca salia lo hacia
estremecerse.... como todo el amor entre ellos parecía no tener fin.
Se visualizaba así mismo, sonriendo, riendo a
carcajadas, simplemente disfrutando cada momento...... pero de un
momento a otro se vio solo, sin felicidad, sin sonrisas, sin
cariños..... y sin él.
...
El incesante ruido de alguien tocando a la puerta
de entrada lo despertó.
Abrió lentamente y sin muchas ganas los ojos. Lo
primero que visualizó fue el reloj de mesa; “3:00 de la mañana”
pensó para sus adentros. Después, su sentido del oído tuvo tiempo
para atender aquel ruido que se hacia eco en toda la casa que de
seguro correspondían a Yunho que regresaba “irónicamente”
temprano.
Con la pesadez en primer lugar se levantó y se
dirigió hacia la puerta pasando primero por la sala donde se
detuvo...
“¿Porqué Yunho tocaría la puerta siendo que
el siempre carga su llave?” ... “Es un ladrón” Volvió a
pensar.
Se acercó hasta tener la puerta a escasos
centímetros, posó su mano sobre la cerradura dispuesto a abrirla
cuando volvieron llamar con golpecitos haciendo sobresaltar un poco
al muchacho.
De pronto se le ocurrió preguntarle a quien sea
que estuviera del otro lado que de quien se trataba, si no le
respondían inmediatamente llamaría a la policía pero si no...
-¿Quien es?- Pregunto temeroso.
Nadie contestó.
-¡¿Quien es?!- Gritó demostrando su
nerviosismo.
Siguieron sin responderle.
-¡Vallase o llamaré a la policía!-
-Soy yo, Changmin- Esta vez le respondieron.
-...- Al escuchar aquella voz se quedó
petrificado.
-¿Me puedes abrir?-
Al escucharlo por segunda vez sus lágrimas
volvieron a brotar.
-¡¿Qué clase de broma tan pesada es esta?!-
Dijo enrabietado. -¡Déjame en paz quien quiera que seas!-
-...- No le respondieron.
-...-
-...Esta bien... vendré el año próximo- Dijo.
Changmin, quien tardo un poco en reaccionar abrió
la puerta sin pensarlo.
-No, espera- Dijo.
En ese momento, un pálido muchacho se dio vuelta
y sus ojerosos ojos se encontraron con los vividos de su eterno
amado. Hubo un momento de silencio, uno de esos momentos que ambos
extrañaban desde hace mucho tiempo.
-Hola, Changmin- Dijo, regresando hacia la puerta.
-Te he extrañado mucho-
-Jae...- Dijo, él también sin duda lo había
extrañado muchísimo pero ninguna palabra salia de su boca, solo
estaba ahí, tratando de controlar su llanto.
-¿Puedo pasar?-
Changmin asintió con la cabeza y se hizo a un
lado para que Jaejoong pudiera entrar.
Una vez dentro preguntó.
-¿Donde están los chicos? ¿Están bien?-
-Si, todos están bien. Yunho salio a una reunión-
Dijo, no perdiendo detalle de su invitado. -Junsu y Yoochun están
fuera de la ciudad-
-Hum... ¿Y tu? ¿Como has estado?-
-...Bien-
-¿Bien? ¿Estas seguro?- Preguntó sonriendo un
poco.
Changmin bajo la cabeza sonriendo tristemente, que
fue enderezada por las frías manos de Jaejoong.
-¿Sabes a que he venido esta noche, Changmin?-
Changmin negó con la cabeza.
-Por que necesito que en realidad estés bien-
-...-
-Por que quiero que vuelvas a ser el mismo de
antes-
-Pero eso solo lo voy a lograr estando de nuevo
contigo-
-No creas eso- Dijo. -Tu debes seguir adelante,
llévame contigo si quieres, pero solo como un recuerdo, tu solo
dedícate a ser feliz-
-Pero...-
-Sin “peros”, tienes que prometerme que te
pondrás bien-
-Lo....- Dudo en seguir. -....Prometo-
-...Gracias...- Dijo. -...Hem, Minnie-
-Si-
-¿De casualidad tendrás agua?- Preguntó
apenado. -¿Y algo de comer?-
-¿He?- Se extraño. -Si, por supuesto que si,
acompáñame a la cocina- Le dijo.
Changmin se apresuro y sirvió agua, después
entrego en un plato el arroz frito que Yunho había preparado la
tarde del día anterior. Jaejoong solo se sentó y empezó a oler el
exquisito platillo, después paso sus dedos por el borde del vaso con
agua.
-¿No lo comerás?- Preguntó totalmente extrañado
Changmin.
-Con la esencia y el olor me basta- Contestó,
creando un ambiente de confusión, pero Changmin creyó que eso
podría ser “normal” en esa situación.
Después de cenar, los dos se fueron al sofá
donde se acomodaron uno junto al otro, abrazados.
Changmin lo puso al tanto de lo que había pasado
en los últimos años.
Jaejoong escuchaba fascinado y en cambio él le
contaba del lugar de donde se encontraba, lo describía como un lugar
lleno de paz, donde se reencontró con familiares que no había
vuelto a ver. Le contó que solo le faltaba él para que aquel lugar
fuera perfecto.
Los dos se habían pasado la noche hablando tan
pacíficamente que no se percataron que casi eran las siete de la
mañana, hora en la que Jaejoong se tenía que ir.
A Changmin le costaba cada vez más quedarse
despierto, Jaejoong se percató de esto y decidió entonces que era
hora de marcharse.
-Amor, Changminnie- Le dijo al soñoliento.
-Es hora de irme-
-No, no me digas eso- Dijo haciendo un tierno
puchero y se le abrazó más. -Quédate- Le suplico sabiendo que
sería inútil.
-No te preocupes- Dijo. -Volveré el año que
viene-
-Llévame contigo- Volvió a insistir.
-No puedo hacer eso- Respondió. -Pero te prometo
que te estaré visitando y cuando cumplas tus deberes aquí entonces,
y solo entonces, podrás venir conmigo-
Changmin, no muy convencido pero tranquilo acepto.
Por ultimo, Jaejoong se levantó del sofá y
recostó al ya débil Changmin sobre el mismo.
-Te esperaré entonces- Dijo. -Te amo, Jae-
-Yo también te amo demasiado- Respondió
dirigiéndose a la puerta dispuesto a abrirla y marcharse. -Por
cierto- Se detuvo. -Te aconsejo que dejes a un lado el orgullo, digo,
la ayuda de alguien cae muy bien en algunas situaciones, déjate
ayudar, déjate ayudar...- Acto seguido abrió la puerta y se fue.
Y en ese momento Changmin cerró los ojos y en su
rostro se dibujo la primera sonrisa sincera en mucho tiempo.
.....................
................
.........
....
..
.
-¡Changmin! ¡Changmin!- Le llamaban.
-...¿He?- Abrió sus ojos encontrándose con los
de Yunho.
-¿Estas bien?-
-Si, ¿por que lo preguntas?- Sonrió.
-....Estás....- Dijo haciendo lo mismo. -...Estás
sonriendo...-
-¿Que tiene de raro?-
-Nada.... es solo que no....- Se detuvo, no
queriendo arruinar ese momento. -....No, nada, olvídalo- Siguió
sonriendo. -¿Tienes hambre? Te prepararé algo de desayunar- Y fue a
la cocina.
Changmin miró el reloj para percatarse que era
casi medio día. Arqueó una ceja.
-Oye, Yunho- Habló. -¿Para cuando dices que es
esa cita con el psicólogo?-
-...- Yunho, no dijo nada, solo se asomó por el
marco de la puerta de la cocina viéndolo aun más extrañado por la
pregunta. -¿Es enserio?-
-Jamás hable más enserio- Dijo sinceramente.
-...- Yunho seguía sorprendido. -...Bueno pues...
es dentro de dos días- Respondió.
-Ok. Solo recuérdamelo- Pidió de favor. -¿Me
acompañaras?-
-Claro- Dijo Yunho desde la cocina donde seguía
con los preparativos de la comida.
De pronto, el mayor se topó con algo muy curioso
en la mesa. Un plato con arroz frito sin consumirse y un vaso lleno
de agua. Extrañado preguntó.
-Changmin- Le llamó. -¿Porqué no comiste el
arroz que dejaste aquí?-
-Por que no era para mi- Respondió de inmediato.
-¿Entonces para quien era?- Preguntó curioso.
-Es que tuve una visita inesperada hoy en la
madrugada-
Yunho terminó de extrañarse. Pauso sus deberes
en la cocina y le puso toda su atención a Changmin.
-No entiendo- Dijo. -Como que en la madrugada.
¿Quien vino?-
-...- Le miró sonriendo. -Temo decirte, ya que
ahora si tendrías las suficientes razones para tacharme de loco-
-¿Porque dices eso? ¿Quien te visitó
exactamente- Preguntó con nerviosismo.
-...Jaejoong...- Dijo sin más.
Yunho se quedó boquiabierto por la respuesta del
menor.
-¿Es... enserio?- Preguntó ahora asustado.
-De verdad- Afirmó. -De hecho Él mismo me
convenció para dejarme ayudar por los que buscan mi bienestar- Dijo.
-Y más por ti-
-Ham...- Exclamó. -Pues que bueno que halla sido
él que te convenciera de esto- Dijo tranquilamente.
-¿Tu crees?-
-Totalmente, digo, si las personas regresan cinco
años después de que fallecieron es porque tienen algo muy
importante que hacer... ¿no?-
Fin.
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